Unos años después la historia cambió por completo. Empecé a tener mucho apetito, incluso demasiado! Esto me condujo casi a convertirme en una especie de comedora compulsiva, sin llegar a este trastorno. Después de esta experiencia tuve que aprender a gestionar mis emociones y a realizar un autentico proceso de transformación personal. Es en este momento cuando descubro mi amor por la comida, y empecé a cocinar en casa siendo muy pequeña, ya que mi madre cocinaba bien, pero no tenía tiempo de prepararnos unos platos sofisticados o típicos que sí que comían todas mis amigas en sus casas.
Deseaba lo mismo para mí y desde ése momento ¡AMO COMER, COCINAR Y NUTRIR A LOS DEMÁS! Comía a todas horas, incluso más que los chicos de mi clase! Estaba creciendo, decían… Claro. Y además, como siempre hacía mucho deporte, me mantenía súper delgada hasta aproximadamente los 17 años. Ahí es donde seguía estando muy delgada, sin embargo, a causa de mis cambios hormonales y otras situaciones de estrés, dejé de aceptar mi cuerpo. Apareció el típico tema de la celulitis acompañado por un miedo de no querer engordar, aparte de la ansiedad que sentía a menudo. Intentaba “taparlo” con la comida, pensando que tenía hambre. Ahora sé que era un hambre emocional.
Hasta aquí, ¿Te has visto reflejad@ en alguna de las sensaciones o descripciones? Si es así, déjame terminarte la historia.
Comía de manera compulsiva. Después de haber comido mucho, a veces incluso de manera poco sana, decidía comer más y no dejaba de buscar comida e inventarme cosas. Luego me sentía culpable. Era un desequilibrio total entre el hambre física y emocional. Ahí es donde cambié mis planes y en vez de estudiar filología alemana decidí estudiar la carrera de nutrición humana y dietética. Sentía que así iba a ser capaz de ayudarme primero a mí misma y luego a los demás, gracias a mis conocimientos y experiencias. ¡Y así fue! ☺ Disfruto plenamente de la comida. Llevo más de 10 años trabajando por pasión, ayudando a los demás haciendo lo que amo!
¿Y por qué os cuento todo esto? Porque sé que hay muchas personas como tú que estás leyendo esto, pasando por unos procesos parecidos, sin verse capaz de solucionarlos sol@, y dejando de disfrutar de la comida. Mi misión es afectar de manera positiva a muchas vidas, hacer que las personas puedan vivir esta misma transformación y disfrutar de una vida plena y feliz.
¿Quieres ser una de ellas? Déjame acompañarte en este precioso viaje.